Las emociones tienen un impacto muy fuerte en la toma de decisiones diarias. El no controlarlas puede conllevar que escojamos el camino equivocado.
Contar hasta 10 y respirar profundamente para evitar decir algo de lo que luego puedes arrepentirte. Este sería mi consejo a cómo reaccionar cuando te acaban de dar (verbalmente) una bofetada en la cara.
Nuestros instintos están programados de tal manera que solemos reaccionar impulsivamente sin pensarlo detenidamente antes, por lo que resulta difícil no ceder a ese primer instante. Controlar las emociones es una de las habilidades más importantes para avanzar a nivel profesional y personal, sobre todo en el trabajo. No ser el dueño de ellas puede tener un impacto nefasto en tu negocio.
Qué efectos negativos tienen tus reacciones impulsivas en el trabajo
Es de sentido común que las emociones negativas no tengan un impacto positivo en tu día a día profesional y personal. No son las únicas ya que también una sobredosis de emociones positivas puede causar efectos perjudiciales.
- Distorsiona la realidad: tus emociones pueden dramatizar un acontecimiento negativo o pintar un evento positivo más bonito de lo que es en realidad. Te impiden ver las cosas con claridad y esto puede afectarte a la hora de tomar decisiones acertadas.
- Impide trabajar de manera concentrada: sobre todo las emociones negativas te distraen de tal manera que eres incapaz de trabajar de manera concentrada. Es muy difícil no pensar en la razón de un cabreo para avanzar con las tareas diarias.
- Puede provocar el desgaste del emprendedor: las emociones negativas no son las únicas que son peligrosas. También las positivas pueden afectarte con el tiempo. Las gafas rosas del emprendedor aportan mucha energía que pueden provocar un desgaste del que al principio no te das cuenta pero al final te quema.
Cómo evitar dejarte llevar por las emociones en el trabajo
¿Eres el dueño de tus emociones o éstas te dominan a ti? En ocasiones muestran nuestro lado más oculto y vulnerable. Típicamente nos arrepentimos de la reacción mostrada al instante, en otros casos incluso en cuestión de horas pero a veces pueden pasar meses. Esto no tiene por qué ser así.
- Deja pasar 24 horas antes de responder a un mail: después de las primeras 24 horas sueles tener una imagen más real de un acontecimiento que ha impactado tus emociones de manera negativa. En vez de seguir el primer impulso y dar una respuesta inmediatamente deja pasar 1 día. Si eres capaz de no hacer clic en el botón “enviar”, deja redactado el correo pero no lo envíes hasta que lo revises al día siguiente. Con eso ya se te habrá pasado la primera ola de cabreo y podrás retractarte a tiempo.
- Ponte en la piel de la otra persona: no siempre pero a veces puede ayudar ponerse en la piel de la otra persona. Hay que hacer el esfuerzo de entender el porqué de un comportamiento que a primera vista como poco, nos parece extraño. En algunos casos la empatía puede darte las primeras pistas.
- Busca el “cara a cara” para comunicar: enfrentarse cara a cara suele quitarle mucho hierro al asunto. Si no se trata de 2 enemigos íntimos de toda la vida, en general ambos harán un esfuerzo en encontrar un compromiso. Es más fácil utilizar palabras duras y directas que además se van a interpretar mal cuando no vemos la reacción del recipiente. Comunicamos con mucho más cuidado cuando estamos delante de una persona.
- Tener tiempo para sí mismo: hay cosas que se tienen que reflejar. Tener tiempo para ti mismo te ayuda a procesar la información y pensar en consecuencias por dejarte llevar por tus emociones. Si eres emprendedor que se deja llevar por las emociones positivas, piensa que aunque pienses ahora que podrías conquistar el mundo, no tienes los súper poderes de Superman y necesitas tener tus pausas para cargar las pilas.
- Supéralo y avanza 24 horas en el tiempo: hará 10-15 años que no era el dueño de mis emociones. Tenía reacciones impulsivas que al final siempre me perjudicaban a mí mismo independientemente de si tenía razón o no. Para seguir avanzando lo mejor es poner esas emociones en una esquina e imaginarte que ya has viajado 24 horas en el tiempo donde todo se observa con otra perspectiva. ¡Supéralo y no dejes que te afecte!
Como no eres Steve Jobs es poco probable que dejarte llevar por tus emociones te lleve a ninguna parte. Además, personalmente prefiero no ser un genio que triunfa con un lado muy oscuro. No sé si todos estarán de acuerdo pero eso es al menos mi punto de vista.
Origen: Inmoacademy
Pubicado por: Immovila